La leyenda de las Marimonditas: Un origen en las calles de Montecristo.

La leyenda de las Marimonditas: Un origen en las calles de Montecristo.

 

      Foto: El Heraldo

     En el corazón vibrante de Montecristo, entre sus calles empedradas y casas de colores vivos, germinó la semilla de una tradición que perduraría por generaciones. Fue en un tiempo donde la brisa salada del Caribe acariciaba los rostros de sus habitantes y el ritmo del Carnaval resonaba en cada rincón del barrio, que la historia de las "Marimonditas" tuvo su humilde comienzo.

La leyenda cuenta que fue en el año de 1996 cuando la señora Gloria de la Peña, una madre llena de sueños y fervor por las festividades barranquilleras, decidió dar vida a una comparsa infantil que capturara la esencia única del Carnaval. Originaria de Cartagena, donde la pasión por las celebraciones estaba arraigada en su ser, Gloria llevó consigo ese amor a "la Arenosa", donde se enamoró perdidamente de la magia del Carnaval.

Con su hija Rocío a su lado, quien absorbió con avidez cada chispa de entusiasmo de su madre, Gloria convocó a los vecinos del barrio Montecristo para dar vida a una comparsa que deslumbrara con su originalidad. Así nacieron las "Marimonditas", un nombre que resonaría con fuerza en las calles de Barranquilla y más allá.

La visión de Gloria era clara: quería algo diferente, algo que el barrio no hubiera visto antes. Y así, junto a la reina infantil de la época, convocó a toda la cuadra para formar la comparsa. La idea era tan innovadora como audaz: crear un personaje que representara la esencia misma del Carnaval, con toda su irreverencia y alegría desbordante.

Fue entonces cuando, entre risas y anécdotas compartidas, surgió la figura de la marimonda, un personaje sarcástico y travieso que encarnaba la rebeldía y la espontaneidad del Carnaval. Con sus máscaras de ojos achinados, las primeras marimondas danzaron por las calles de Montecristo, desatando la risa y la admiración de propios y extraños.

Pero el camino no fue fácil. Para costear todo lo relacionado con la comparsa, se necesitaba más que entusiasmo y creatividad; se necesitaba el apoyo incondicional de la comunidad. Así, con rifas, bazares, fiestas y la solidaridad de otras comparsas del barrio, las "Marimonditas" comenzaron su travesía por el mundo del Carnaval, dejando una estela de alegría y tradición a su paso.

Con el paso de los años, la comparsa fue creciendo, transformándose en un símbolo de identidad y orgullo para el barrio Montecristo y para toda Barranquilla. Y aunque el tiempo avance y las generaciones cambien, el espíritu festivo de las "Marimonditas" sigue brillando con la misma intensidad, recordándonos que, en el corazón de Montecristo, la magia del Carnaval nunca muere.

Por: Michelle Balcazar